[icon color=»Accent-Color» size=»regular» image=»steadysets-icon-chat»] Contexto
La campaña de Pablo Ardila a la Gobernación de Cundinamarca en el año 2003 realizó un ejercicio de precampaña que se apoyo en el periódico EL ESPACIO, de propiedad de la familia del candidato, y la publicación de un libro en cuya promoción se posicionaran algunos conceptos que serian desarrollados durante la campaña propiamente dicha. La estrategia era mostrar a Pablo como un candidato nuevo, moderno e independiente que oxigenaría el entorno político del lugar, todo esto impulsado por un esfuerzo financiero grande y, en algunos momentos, demasiado ostentoso. El slogan de “Cundinamarca Merece Más” se convirtió en el grito de batalla durante la contienda. La toma de pueblos con bandas musicales, parques infantiles e instrumentos de BTL llamaban la atención y generaban conmoción en la tranquilidad de los pueblos cundinamarqueses. La publicidad focalizada y cambiante al ritmo de los tiempos y las coyunturas de campaña fueron interesantes pero así mismo costosas, ejemplo de estas acciones eran las vallas que anunciaban, en forma cambiante los días que faltaban para terminar con “la vieja clase política”. La campaña más que persuasiva fue apabullante, los slogans y los instrumentos publicitarios remplazaron las propuestas claras y los programas bien comunicados. Sin embargo, sus adversarios tampoco lo hicieron y en medio de esa algarabía se impuso el que más algarabía hizo. Al final Ardila obtuvo el triunfo sobre las aspiraciones de Fernando Ramírez y Julio Cesar Turbay Quintero.