[icon color=»Accent-Color» size=»regular» image=»steadysets-icon-chat»] Contexto
Spot de la Campaña de Michael Dukakis durante las elecciones presidenciales de 1988. El slogan de campaña era «The Best America Is Yet to Come» o “La Mejor América esta todavía por venir” Culminaba el mandato de Ronald Reagan, el primer presidente en ser reelecto desde Eisenhower, el optimismo era el estado anímico del elector del momento. Sin embargo, su administración, más allá del patriotismo rejuvenecido, dejaba un déficit fiscal inmenso y escándalos como el de Iran-Contras o el derrumbe de la bolsa en 1987. Bush, el Republicano, se vendía como el sucesor natural que consolidaría la revolucion de Reagan. Dukakis, el Demócrata, ofrecía fortalecimiento del sistema de salud, el cuidado de los niños, el mejoramiento de la educación y planes de vivienda para las personas más necesitadas. La campaña de Bush utilizó la televisión para mostrar la imagen de un Dukakis liberal e ineficaz, que volvería vulnerable al país debilitando los sistemas de defensa y liberando peligrosos criminales por tecnicismos. Dukakis no contesto los ataques pensando que el electorado se daría cuenta de la injusticia de estos, y solo al final de la campaña respondió, lamentablemente era muy tarde. Dukakis no encontró el mensaje apropiado para debilitar a su adversario y posicionar su aspiración como una opción ganadora. La campaña demócrata se mostraba desorganizada. Los estrategas iban y venían al vaivén de las encuestas. Se produjo un spot titulado “Loco” con el fin de criticar a Dan Quayle, la formula de Bush, y mostrar así la incertidumbre que representaba, sin embargo, lo hicieron de forma tan superficial que los spot empezaron a favorecer a Bush. Al final Dukakis perdió la iniciativa en los mensajes y se volvió netamente reactivo, sus spot televisivos lo único que hacían era defenderse de los ataques republicanos. Eso hizo que perdieran importantes oportunidades como las de mostrar los vínculos de Bush con Noriega el dictador panameño. Sus estrategas no entendieron los potenciales de Dukakis, un emigrante, como tanto, que encarnaba el sueño americano. No era de las elites, era un luchador. Ahí había mucho material para trabajar, pero no lo hicieron.