[icon color=»Accent-Color» size=»regular» image=»steadysets-icon-chat»] Contexto

Spot de la campaña presidencial de Rafael Correa, durante la contienda electoral de 2006. Las elecciones se dieron en un ambiente fértil para candidaturas alternativas. Los partidos tradicionales impulsaron las aspiraciones de Cynthia Viteri y León Roldós pero su mensaje nunca logró impactar a la población ecuatoriana cansada de la denominada “Partidocracia”. De otro lado estaba la aspiración del millonario Álvaro Noboa con propuestas de “pan, techo y empleo” que sonaban poco creíbles y populistas. El discurso antipolítico de Correa encontró el terreno fértil para su mensaje. Correa centró su campaña en capitalizar el descontento de los ecuatorianos con los partidos políticos tradicionales que dominaron el escenario público del Estado sin dar respuesta a las necesidades reales de la población más pobre. En ese sentido dirigió su propuesta de una Asamblea Constituyente con plenos poderes que hiciera una reforma a fondo de la institucionalidad del país. La estrategia de una comunicación antiestablecimiento, con una simbología clara y el uso de una comunicación persistente en el último mes se tradujeron en un triunfo impresionante pues remontó, en un mes, la ventaja de 18 puntos porcentuales que le llevaba Noboa y le ganó por 10 puntos. El mensaje de gran parte de sus piezas lograba comunicar en su estética, en sus énfasis, en su música y en sus textos un mensaje claro: cambio.