[icon color=»Accent-Color» size=»regular» image=»steadysets-icon-chat»] Contexto

Spot de campaña de Enrique Bolaños a la presidencia de Nicaragua durante las elecciones de 2001. Bolaños había sido la formula vicepresidencial del Presidente Arnoldo Alemán. Desde esa posición impulsó el Programa de Reforma y Modernización del Sector Público, que salió adelante como proyecto de ley. También inspiró los decretos sobre Normas de Ética del Servidor Público del Poder Ejecutivo y sobre Separación de las Funciones de la Procuraduría General de Justicia. Durante la emergencia con ocasión del Huracán “Match” en noviembre de 1998 Bolaños fue el funcionario encargado de manejar las ayudas para los miles de damnificados. Su candidatura enfrentó a Daniel Ortega, el cual intentaba por tercera vez recuperar el cargo del que salió en 1990. Bolaño tenía fama de pulcro, recto y competente pero distaba mucho de ser un buen candidato, pues no era carismático y se percibía tímido, además, tenia la vulnerabilidad de haber hecho parte de un gobierno desprestigiado por actos e corrupción en donde se cuestionaba el silencio cómplice de Bolaño. Las encuestas le daban un margen cómodo de favoritismo a Ortega. La estrategia de Bolaño se dirigió en el aspecto positivo a posicionar el tema del empleo como mensaje principal de su campaña y en la parte negativa a recordar los desaciertos de la primera administración de Ortega y asustar con sus presuntos vínculos con Fidel Castro, Mamar al-Gaddafi, Hugo Chávez y Tirofijo de las FARC. Evidenció lo peligroso de esos vínculos, sobre todo, después de los atentados del 11 de septiembre. Un spot trasmitido insistentemente afirmaba que Osama bin Laden y Saddam Hussein «votarían por Ortega» si pudieran. El miedo comenzó a dar sus frutos y Bolaños empezó a subir en las encuestas. Los estrategas de Ortega dirigieron su artillería hacia el candidato del PLC diciendo que era el “candidato e los ricos”, que era el hombre de confianza del desprestigiado Arnoldo Alemán y que era muy viejo, en forma irónica decían que era “bola de años”, en lugar de Bolaños. Con el fin de mostrar que la suya era una candidatura amplia y de convergencia se creó el «Movimiento de Amigos de Enrique Bolaños», definido como un grupo cívico sin distingos partidistas con representantes de todos los sectores de la sociedad, y se le dio más visibilidad a este grupo que al PLC. Los contendores llegaron al día de las elecciones con empate técnico en las encuestas. La disminución de la abstención beneficio a Bolaños que se impuso con el 56.3% de los votos sobre el 42.3% de Daniel Ortega. En la Asamblea Nacional, el PLC recibió el 53,2% de los sufragios, lo que se tradujo en 47 escaños, justo la mayoría absoluta.