[icon color=»Accent-Color» size=»regular» image=»steadysets-icon-chat»] Contexto

Spot de campaña de Adlai Stevenson en la campaña presidencia de 1952. Las elecciones de 1952 abren paso al Marketing Político moderno en los Estados Unidos de América. Por primera vez, los demócratas y los republicanos disponen acciones dirigidas a comunicar en forma profesional sus propuestas de gobierno. La televisión hizo su entrada a la estrategia política y no volvió a salir. Sin embargo, los republicanos fueron mucho más responsables que los demócratas en el manejo de la comunicación televisiva. A Eisenhower sus asesores le cambiaron su aspecto con el fin de que se viera más joven y aprendió a leer textos cortos en televisión. A comienzos de 1952, mientras Stevenson se desempeñaba todavía como gobernador de Illinois, el presidente Harry S Truman decidió no buscar la reelección. Ahí se abrió el camino para que Adlai Stevenson buscara la nominación con el apoyo del Presidente e ejercicio. Su candidatura se oficializó en la Convención Nacional Demócrata en Chicago. Stevenson en percibido como un intelectual con un discurso distante de las masas trabajadoras norteamericanas. Los republicanos lo bautizan “cerebrito”, sobre la base de su calvicie y aire de suficiencia intelectual. Fue derrotado por Dwigth D. Eisenhower en forma cómoda. En contra suyo conspiró no solo sus condiciones personales sino el desprestigio del gobierno de Truman por la guerra de Corea, que ya completaba su tercer año. El senador Joseph McCarthy atizaba miedos públicos con la “amenaza roja” del comunismo internacional. Eisenhower era un héroe de guerra que proyectaba la credibilidad necesaria para acabar el conflicto de Corea en forma decorosa. Una encuesta realizada a pocas semanas de las elecciones mostraba a Eisenhower como el americano vivo más admirado por el pueblo norteamericano. Eso hacia muy difícil las aspiraciones de Stevenson. El candidato demócrata fundamento su estrategia de televisión en una serie de 18 discursos de media hora que se emitieron a las 10:30 de la noche los martes y los jueves. La idea era aprovechar la oratoria de Stevenson y construir así una favorabilidad efectiva electoralmente. Sin embargo el retraso en las emisiones hizo que la contundencia de sus emisiones bajara y terminara siendo visto por aquellos que ya lo apoyaban y que no les importaba trasnocharse por ver a su candidato. Los anuncios televisivos de Stevenson eran, en el fondo, programas de radio en donde se veía al locutor. Obviamente no distinguían bien la diferencia entre los lenguajes radiales y los televisivos. Las imágenes son sencillas y con símbolos de fácil interpretación.