José Bové se lanza a la Presidencia en una entrevista al diario Libération el 13 de junio de 2006 con la intención de agrupar a la izquierda antiliberal, es decir, a lo que él mismo denominó “la izquierda de la izquierda”. Sin embargo, sus diferencias con el candidato del Partido Comunista de Francia, Marie-George Buffet, impidieron dicho propósito y la izquierda liberal se presentó dividida en 5 candidatos: Olivier Besancenot, Marie-George Buffet, Arlette Laguiller, Gérard Schivardi y el mismo Bové. Ante la imposibilidad de la unión Bové se inscribe por firmas el 16 de marzo de 2007 y en la primera vuelta electoral, el 22 de abril de 2007, obtiene 483.008 votos que representaron el 1,32% de la participación total. La publicidad de Bové es fresca y sencilla, buscando, seguramente, con sus colores, sus tipografías y sus frases optimistas ablandar los mensajes anticapitalistas y antiliberales que mostraron a Bové como un líder radical participe del movimiento antiglobalizacion. El afiche que muestra un bigote con una pipa con la frase “President 2007” presume el alto nivel de conocimiento de Bové, pues los creativos infieren que todo el mundo sabe a quién se refieren y de qué se trata. En los otros prima el mensaje optimista lleno de flores rojas que dejan en claro no solo el compromiso ecológico sino la posibilidad de un mundo idílico en donde el campo es lo primero, no en vano Bové participa del movimiento sindical agrícola. Es curiosa la imagen sombreada de aquel afiche en donde Bové, el cual se infiere por el bigote silueteado, habla a través de una flor, que hace las veces de megáfono, mientras algunas semillas vuelan con la presumible intención de sembrar el mensaje que se difunde. En conclusión fue una campaña fresca visualmente pero ineficaz electoralmente. Seis motivos distintos de afiches en la misma campaña muestran no solo dispersión de recursos sino indisciplina de mensaje visual y desorden. Muchos mensajes no posicionan ninguno.
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