Contexto
Spot de la campaña de Nicolás Maduro a la Presidencia de Venezuela durante la contienda electoral de 2013 a nombre del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV. Maduro era el candidato señalado por Hugo Chávez desde su lecho de muerte. La campaña fue corta y emocional de la historia de Venezuela. La campaña estuvo montada sobre la imagen y el recuerdo de Chávez mientras los adversarios trataron de contrarrestar ese mensaje con el concepto de que Maduro no es Chávez. En decenas de reuniones se convocaron mítines casi de naturaleza religiosa donde Maduro fue entronizado como el verdadero y único hijo del “comandante supremo”, del “redentor de los pobres”, del “gigante de los pueblos latinoamericanos”. Maduro prometió en su discurso racional luchar contra la inseguridad ciudadana, acabar con la corrupción, mejorar las infraestructuras y la situación económica, sobre todo en el sector eléctrico, que prometió declararlo “asunto de seguridad nacional” y “militarizar” todo el sistema. Patria, lucha, revolución y amor al comandante eran las palabras más repetidas así como los eslóganes “¡Chávez, te lo juro, voto por Maduro!” y “¡Con Maduro, el pueblo está seguro!”. Los militantes llevaban un bigote postizo en homenaje al “candidato de la patria” como le llaman los medios oficiales. El mensaje de Chávez se repitió miles de veces para crear la percepción de que había que apoyar al comandante a través de Maduro, quien, dicho sea de paso, ha citado más de 5.000 veces a Chávez y ha llegado a aparecérsele como un pajarito es una escena ridícula que dio la vuelta al mundo, podría tener efectos indeseados. Al final, y luego de un controvertido conteo de votos, Nicolás Maduro ganó con el 50.61 % de los votos contra el 49.12% de Henrique Capriles.