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Nicolás Sarkozy, el candidato de la derecha, fue el candidato de la “Unión por un Movimiento Popular” después de dejar por el camino a Dominique de Villepin y a la ministra e defensa Michèlle Aliot-Marie. En la campaña Sarkozy centró su campaña en un mensaje de unión con una gran capacidad de adaptación a los distintos escenarios a os que se dirige. Algo cuestionable doctrinalmente pero efectivo electoralmente. Su paso por el Ministerio del Interior le granjeó una fama de no titubear con el desorden y los disturbios, Aprovecho bien la imagen de centro de Chirac y explotó ese criterio ante el elector urbano centrista. Además supo conectarse con el elector conservador rural y persuadir al elector de ultraderecha con planteamientos como estos: “Sí, la moral, una palabra que no me da miedo. La moral, algo que después de mayo de 1968 no se podía hablar (…). Los herederos de Mayo del 68 habían impuesto la idea de que todo vale, que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo cierto y lo falso, entre lo bello y lo feo; habían intentado hacer creer que el alumno vale tanto como el maestro (…), que la víctima cuenta menos que el delincuente (…), que no podía existir ninguna jerarquía de valores (…), que se había acabado la autoridad, la cortesía, el respeto; que no había nada grande, nada sagrado, nada admirable; ninguna regla, ninguna norma, que nada estaba prohibido.” En cuanto a los instrumentos de persuasión se nota la mano de Jacques Séguéla en la disciplina visual, en la claridad de mensaje y en los elementos esperanzadores que se desprendían de los diferentes instrumentos. La imagen de campaña muestra a un Sarkozy con una mirada amigable dirigida directamente al observador, mientras la campiña francesa enmarca la tranquilidad, el optimismo y el panorama despejado y claro. El texto va en mayúsculas con una helvética condensada: “Juntos, todo es posible”. Un mensaje lo suficientemente etéreo como para que quepa todo, por eso, quizá, se pone la palabra TODO con énfasis. Fondos azules y verdes, tranquilidad, calma, esperanza, confianza. Un toque moderno es la dirección Web “sarkozy.fr” en donde se asocia subliminalmente el apellido del candidato a Francia. Un trabajo que hace rememorar “La Fuerza Tranquila” que realizó el mismo publicista para Mitterrand.